lunes, 18 de octubre de 2010




-DEUX-


Aquel par estaba desorientado. Caminaba sin rumbo, a trompicones, zigzagueantes, pero iban de la mano.
Ella apoyando su cabeza en su hombro de vez en cuando.
Y claro cuando estaban a punto de caer, se sostenían de la mano, pero lo que realmente los mantenía a pie eran sus miradas, cruzadas, como si un puente - invisible- se creara para mantenerlos sujetos. Así de simple, invisible y fuerte.




ªdibujo prestado de MarkRyden



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mi EQUUS

o cuando me encontré con "Black Moon" de Malle

http://www.youtube.com/watch?v=chpWALYbIcY&feature=related

Aquel unicornio que dormía al final del túnel era mi conciencia.
Apaciguaba mis pesadillas
mi alma agitada
en medio de la noche.
Sostenía en su boca la única luz que iluminaba mi conciencia
con su canto suave entre voz de caballo y aleteo de mariposa.
hacia descansar mi agitada vorágine de malos pensamientos. A veces olvido que esta ahí y me dejo aturdir por la vida,
por caballos de cuatro ruedas, por máscaras humanas sin corazón, porque ya no son seres, están vacíos y muy preocupados por su fama y por si mismos, por cuidar su imagen inquebrantable que tanto les costó construir.
A veces yo misma ya no escucho, solo hablo, hablo, hablo.
Lleno el silencio con palabras angustiosas y nerviosas, innecesarias.
He caido también.
Entonces solo hay miedo mucho miedo y me encierro.
Estoy perdida, deambulo sin encontrar la luz de mi unicornio.
Pero hoy me topé con el picaflor
mientras comía unos huevos revueltos.
Vino a mi volando de no sé donde, pico una hamaca, tal vez pensó que era una flor. Recordé, los mensajeros especiales de los unicornios son los picaflores.
Para variar estaba apurado, pero el olor de la mermelada lo atrajo, son seres muy
empalagosos. Aproveché para susurrarle:
"Hey amigo, podrías tú decirle, a mi unicornio que regrese, lo extraño y lo necesito, es importante!".
De pronto muy brevemente el picaflor, volteó, y creo que me guiño un ojo. Luego desapareció.
No ha pasado mucho, desde ese momento, ni siquiera mi siguiente merienda.
Quien sabe cuanto demore en toparse con mi unicornio el tiempo cuando escucha al corazón, va diferente que el tiempo del tic tac del reloj. Pero sé que mi mensaje le llegará o está en camino. Solo debo esperar.

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